viernes, 22 de abril de 2011

Un manifiesto. Cloaca

Mientras Un Bob Dylan de 8 años y de colores invertidos charlaba con gente de otros mundos temporales una de las sirvientas le aconsejo sabiamente llevar sus poemas hacia la gente de su tiempo; de su generacion.
Ahi Bob Dylan se volvio Bob Dylan.

Sarte presencio algo parecido y nos advirtio la necesidad de ver la existencia en las cosas.
Y asi paso con Jack Kerouak que nos grito en prosas rapidas que vivir rodando.en un arte de vida.
Con Palahniuk que nos azoto con un bate y nos enseño que la decepcion social es el arma mas poderosa para tener individulidad. Pero que esa arma es de doble filo y puede hacer q te refugies en otro club de la lucha.

Ahora nosotros. Esta generacion. Tiene claro que escribir para nosotros es algo que necesitamos desde hce tiempo. Pero no sabemos como.
Por eso nos resguardamos en heroes muertos y heroes vivos que parecen muertos.
Necesitamos ese manifiesto. Ese motivo que no una.


Ya no tenemos un 1968 por la cual alzarnos en contra de lo injusto.
Ni ellos un 1982
Ni aquellos un 1990.
Ya no escribimos de guerras ni conflictos. Ni de revoluciones sociales. Porque estas parecen haber muerto sin decendencia en este lado del pacifico.

Nuestra revolucion tampoco es mental. Porque las batallas de nuestras cabezas finalmente han perdido las municiones y los soldados caen lentamente de hambre uno a uno.

Nuestra guerra simplemente es por seguir siendo humanos. Por continuar manteniendo las constumbres mas simples. El sentimiento, el error y el azar entre otras cosas que para bien o para mal son las principales razones por las cuales somo llamados humanos.
Sin embargo nuestra generacion se diferencia de la gente que vivio la llegada de las maquinas y los "otros" seres inteligentes. Ya que ellos especulaban el futuro y de alguna manera especulaban el futuro mecanico.
Ahora somos nosotros los que vivimos la trasnsicion.
Somos los hibridos ciegos de la madre tierra y el amante comunicacion.
Sin el tiempo. Que nos hemos olvidado mucho de el y lo hemos reducido al instante actual.
Somos los estancados minusculos que empequeñecen su espacio hasta volverse hermeticos en el vacio.
Somos los niñitos tercos mimados por la tecnologia y olvidados por la politica y las humanidades.
Somos numeros y silicio.
Nuestro presente es el apocalipsis humano. Ese apocalipsis no fisico ni mental. Si no inicial.

Somos las cloacas mohosas por el descuido de las generaciones anteriores. Somos el resultado.
El humanismo es la solucion. Regresar a escucharnos a nosotros.
Escucharnos.

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