Mira hacia el horizonte hijo mio y contempla la ciudad de Anarxico.
Nota como se encuentra postrada sobre magnas esperanzas
desgastadas por el viento de la realidad.
Abraza su soledad.
Descubre en ella a los habitantes ciclopes sonriendole a la ilusion falsa que me los revive
y que diariamente los amarra en el castigo de prometeo.
Con aguilas reales devorando sus revoluciones.
Aprende de ellos hijo que a ti te toca gobernarlos.
Enseñales a vivir a la minima expresion
Y diariamente derramales cortinas sobre sus ojos.
Que respiren a su dios.
Azotame a los necios,
viola sus palabras y
encierralos en graffitis que expresen desilucion.
Que se ahoguen en su propia miseria.
Porque hijo mio.
En la ciudad de Anarxico todo se vale.
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